En Venezuela se conocen alrededor de 76 especies de áfidos agrupados en 44 géneros, en su mayoría introducidos o cosmopolitas. Las especies exóticas representan casi el 70% del total y sólo 5 especies se pueden considerar endémicas (1, 2, 5). Alrededor de 36 especies causan diferentes niveles de daños en cultivos agrícolas y ornamentales' un número desconocido de ellas son también responsables en la transmisión de enfermedades virales de plantas.
Es difícil cuantificar el valor de los daños causados por los áfidos a la agricultura venezolana, sin embargo, puede hacerse una estimación de su importancia tomando en cuenta los cultivos afectados directa o indirectamente, el área cubierta por ellos y el valor de la producción.
Como un ejemplo grave, pero fácil de cuantificar, puede citarse la introducción del áfido negro de las cítricas (Toxoptera citricidus Kirkaldy), un vector muy eficiente del virus de la tristeza de los cítricos, el cual llegó a Venezuela en 1976 y ahora se encuentra distribuido en todo el país. Más de 30 000 ha de árboles cítricos sobre patrones susceptibles a esta enfermedad se encuentran amenazados por la presencia del patógeno y el vector. Esto representa, en términos económicos, unos 250 millones de bolívares anuales por la cosecha y una inversión total de más de 1 600 millones de bolívares.
El hecho de que la mayoría de las especies de importancia económica han sido introducidas al país hace pensar en la posibilidad de implementar el control biológico, bien sea solo o integrado, en programas de manejo de plagas.
Bachiller:Gleidy Espina
Es difícil cuantificar el valor de los daños causados por los áfidos a la agricultura venezolana, sin embargo, puede hacerse una estimación de su importancia tomando en cuenta los cultivos afectados directa o indirectamente, el área cubierta por ellos y el valor de la producción.
Como un ejemplo grave, pero fácil de cuantificar, puede citarse la introducción del áfido negro de las cítricas (Toxoptera citricidus Kirkaldy), un vector muy eficiente del virus de la tristeza de los cítricos, el cual llegó a Venezuela en 1976 y ahora se encuentra distribuido en todo el país. Más de 30 000 ha de árboles cítricos sobre patrones susceptibles a esta enfermedad se encuentran amenazados por la presencia del patógeno y el vector. Esto representa, en términos económicos, unos 250 millones de bolívares anuales por la cosecha y una inversión total de más de 1 600 millones de bolívares.
El hecho de que la mayoría de las especies de importancia económica han sido introducidas al país hace pensar en la posibilidad de implementar el control biológico, bien sea solo o integrado, en programas de manejo de plagas.
Bachiller:Gleidy Espina
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